El azúcar es un carbohidrato al cual se le adjudican muchos de los males en la alimentación, pero lo dañino no es el azúcar, sino el consumirlo en exceso. La distinción es importante para cuidar nuestra salud sin dejar de disfrutar del dulce encanto de lo dulce.La necesidad de energía que tiene nuestro cuerpo y particularmente por la necesidad de glucosa del cerebro nos impulsa a ansiar azúcar permitiendonos suponer que nuestros problemas actuales con el azúcar no radican en el azúcar mismo, sino más bien en el consumo excesivo.
Todo esto se ha convertido en un gusto ancestral por lo dulce en una dependencia enfermiza; no hay que satanizar al azúcar pero tampoco hay que perder de vista que empezamos en el siglo XX consumiendo 10 kg/año y terminamos con 50 kg/año, la culpa es de los chocolates, helados, galletas, caramelos, pasteles, dulces y refrescos embotellados, en particular estos últimos se consumen en cantidades espectaculares entre los hombres y mujeres de México. No hay pruebas claras de que la epidemia de obesidad que afecta al mundo moderno este directamente relacionada con el consumo de azúcar, pero si con el exceso, otros factores que influyen y que sería la base primordial de este problema es la falta de equilibrio en la alimentación.
No es de extrañar que sin lugar a duda el azúcar es una sustancia necesaria para el organismo, porque tiene funciones específicas para los seres vivos tales como: * Energeticamente: los carbohidratos aportan 4 kcal por gramo de peso seco.
Cubiertas las necesidades energéticas una pequeña parte se almacena en el hígado y músculos como glucógeno, el resto se transforma en grasas y se acumula en el organismo como tejido adiposo. Se recomienda una ingesta diaria de 100 grs. de hidratos de carbono.
* Ahorro de proteínas: si el aporte de hidratos de carbono es insuficiente, se utilizarán las proteínas para fines energéticos relegando su función plástica.
* Regulación del metabolismo de las grasas: en caso de ingestión deficiente de carbohidratos las grasas se metabolizan anormalmente acumulandose en el organismo cuerpos cetónicos que son productos intermedios de este metabolismo, provocando así problemas (cetosis).
* Estructuralmente: los carbohidratos constituyen una porción pequeña del peso y estructura del organismo pero de cualquier manera no debe excluirse de la lista.
Sin embrgo este carbohidrato no sólo se asocia con la obesidad sino con graves problemas de salud como la diabetes, caries, enfermedades reumáticas, artritis, daños en la médula espinal y las enfermedades metabólicas, cálculos renales, la gota y estreñimiento, entre otros.
En 1926 llegó al país una de las bebidas más arraigadas en la dieta del mexicano: la Coca Cola la cual se ha convertido en un consumo mundial, ya que consumimos entre 11 y 12% de la producción de este oscuro refresco según un estudio realizado en Septiembre del 2007 en el Journal of Nutrition; esta bebida y otras de la misma compañía indican que consumimos más del 20% del azúcar que produce el país.
En promedio cada mexicano consume 160 litros de refresco al año, el promedio mundial es de 77 litros al año por habitante, se ha comprobado que una lata de refresco de 360 ml contiene entre 40 y 50 grs. de azúcar según un estudio realizado en el Journal of Nutrition en Septiembre del 2007, lo que implica que para endulzarla habría que ponerle unas 5 o 6 cucharadas cafeteras.Se estima que en Estados Unidos casi el 16% de energía en la dieta proviene del azúcar, cerca del 50% de esta azúcar proviene de los refrescos en cuyo consumo México y Estados Unidos se disputan el record mundial.
Todo esto sugiere que si bien consumir azúcar no conduce automáticamente a padecer riesgo de enfermedades, pero beber refrescos de manera regular aumenta el riesgo de padecerlas, este riesgo depende del estilo de vida, la dieta y el peso del individuo y sus antecedentes familiares.
Hay que evitar que los "hombres de México" nos volvamos hombres de azúcar.